Casi 20.000 organizaciones e instituciones públicas de España han tenido y/o tienen que adaptar sus Sistemas de Gestión del Medio Ambiente a la nueva versión de la norma ISO 14001. Dicha actualización fue publicada durante el mes de septiembre del año 2015.
Actualmente, los aeropuertos pueden considerarse sectores de “alto riesgo”, ya que tienen un impacto significativo sobre el medio ambiente. Por ello, no es de extrañar la presión que está siendo ejercida por parte de los grupos de intereses especiales y los órganos de gobierno en muchos países, con el objetivo de reducir este impacto.
En la sociedad actual, las autoridades locales y los gobiernos son grandes empleadores y grandes consumidores de bienes y servicios. Es probable que empleen alrededor del 8-9 % de la población en ciertas áreas, y la entrega de la organización y la calidad de servicio afectará a cada persona que vive en aquella área. Por lo tanto, es lógico decir que una organización que cuenta con una plantilla enorme y, a veces móvil, es responsable de una amplia gama de diversos servicios. Por ello, las decisiones que se asocian a dicha organización pueden tener potencialmente un gran impacto ambiental.
Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es un mecanismo para hacer frente a los efectos que suponen las prácticas de una organización para la naturaleza. Ofrece una metodología detallada para organizar y actualizar las medidas de seguridad ambiental. El Sistema de Gestión Ambiental implica el establecimiento de programa así como el seguimiento y la medición del avance para cumplir los objetivos y metas deseadas.
De los cambios observados en la nueva norma ISO 14001 2015, muchos profesionales de las organizaciones y el medio ambiente califican a los que rodean a los riesgos y oportunidades como los más importantes en el Sistema de Gestión Ambiental (SGA).
La implementación de una norma ISO 14001 2015 y la obtención del certificado para el Sistema de Gestión Ambiental es una forma reconocida internacionalmente de controlar el impacto ambiental de la empresa. Una de las metas ambientales es demostrar a las partes interesadas y clientes que se tiene seriedad acerca de los factores ambientales importantes. Ante esto podemos preguntar si existen métodos para asegurar que el proyecto ISO 14001 es realmente rentable. Y sobre todo, si hay alguna parte de la propia norma para ayudarnos con este elemento.
Cuando se analiza el desarrollo de un proyecto a lo largo de su ciclo de vida, se puede concluir que normalmente en cada una de las etapas del mismo, es decir durante su construcción, su operación y su desmonte o desmantelamiento se generan impactos ambientales. Y, aún es posible, que para algunos determinados proyectos se presenten impactos ambientales durante su planificación.
En esta época se espera que las organizaciones pasen a ser más conscientes del medio ambiente. La norma ISO 14001 del 2015 es reconocida como el estándar de negocios primario que proporciona orientación sobre la forma de control del impacto ambiental de las empresas de todo el mundo.
Para muchas empresas de nueva creación, las preocupaciones ambientales sobre ISO 14001 del 2015 no son una prioridad. Se trata más bien de algo que puede ser visto después de que finalice el período inicial de crecimiento de la empresa. Hay, sin embargo, muchas razones de peso para indicar que el inicio es exactamente el momento de adoptar las buenas prácticas y los beneficios que puede aportar la norma ISO 14001 del 2015. Así como también aquellos beneficios que puede aportar la certificación en dicho estándar.
Uno de los principios fundamentales en la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental es la mejora continua ISO 14001. A veces es confuso para averiguar la mejor forma de trabajar sobre la mejora continua y obtener los beneficios que esto le ofrece a su empresa.
