Controlar y gestionar los niveles de huella de carbono a través de un software
Huella de carbono
El cálculo y control de la huella de carbono es un tema de actualidad, que sobre todo está de moda en estos momentos debido a la situación derivada del coronavirus.
Como todos ya sabemos, uno de los principales efectos derivados de la paralización del mundo en general y de sus actividades, es el descenso tan grande de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El cambio climático y el planeta que tanto nos preocupa, están agradeciendo este parón recuperándose a un ritmo que ni los mejores pronósticos de los algoritmos informáticos más avanzados podían pronosticar.
A nivel global, el cambio está siendo considerable, de manera que lo vamos a agradecer todos, de una manera o de otra.
A este respecto, hay diversas teorías de cómo afecta esta situación respecto a la huella de carbono, tanto a nivel de personas como de las organizaciones, por lo que su control y seguimiento, en estos momentos, puede ser en la misma proporción interesante e importante.
Con las definiciones y descripciones que se van a dar más adelante se podrá comprender algo más este aspecto y, además, queremos daros una idea de cómo un software puede ser la solución más acertada para gestionar y controlar la huella de carbono.
¿Qué es la huella de carbono?
Como dábamos a entender anteriormente, toda organización o persona individual tiene un impacto sobre el medio ambiente en cuanto a emisiones de efecto invernadero se refiere, ya sea en menor o mayor medida.
Esto nos ha llevado la creación de un nuevo concepto en alza, el de huella de carbono.
La huella de carbono es un indicador medioambiental que proporciona información sobre la totalidad de gases de efecto invernadero que emite una organización, proceso, evento (natural o antrópico) o persona individual.
Además de esta información, su cálculo nos permite identificar cuáles son las fuentes de emisión y, además, establecer unos objetivos específicos y orientados en función de dichos resultados.
En una organización, podemos hacer una diferenciación entre la huella de carbono de una organización y la propia del producto.
Esto es, en una organización hablamos de los gases de efecto invernadero totales emitidos por la misma y que provienen de la propia actividad que desarrolle.
Luego, la huella de carbono de producto lo que mide son los gases de efecto invernadero que un producto emite a lo largo de su ciclo de vida, desde la propia obtención de las materias primas, el procesado, fabricación, distribución y llegando hasta la etapa de uso y fin de vida útil.
A las emisiones debidas a las actividades de la propia organización, debemos adicionar dos conceptos más.
- Emisiones directas: las provenientes de fuentes cuya propiedad y control sea de la organización, in situ, como por ejemplo, calefacción proveniente de una caldera de gasoil.
- Emisiones indirectas: las provenientes de fuentes cuya propiedad y control sean de otra organización, como por ejemplo el consumo eléctrico, ya que las emisiones se producen en el lugar donde se genera la electricidad.
Metodología básica para el cálculo de la huella de carbono
En este apartado, vamos a dar un repaso muy básico a cómo se realiza el cálculo de la huella de carbono en una organización.
Para proceder con una primera aproximación de su cálculo, voy a definir dos conceptos:
- Dato de actividad: con este parámetro, definiremos el grado o nivel de la actividad que está generando las emisiones, como por ejemplo, cantidad de gasoil empleado en la calefacción.
- Factor de emisión: se trata de la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por cada unidad de “dato de actividad”, y va a variar en función de la actividad que se esté realizando. Por ejemplo, en consumo de gas natural para calefacción, el factor sería 0.202 kg CO2 eq/kWh (dato para 2017).
Así, la huella de carbono se calculará como el producto del dato de actividad por el factor de emisión:
Huella de carbono = Dato de Actividad x Factor de emisión
Como resultado de esta fórmula, obtendremos el CO2 equivalente representado como una cantidad, ya sea en unidades como gramos, kilogramos, toneladas, etc.
Seguro que os preguntáis qué es el CO2 equivalente. Pues bien, a pesar de que en el protocolo de Kioto otros gases fueron denominados como gases de efecto invernadero, en realidad es el CO2 el que influye de una manera más contundente sobre el calentamiento global.
Es por ello, que el CO2 equivalente se ha tomado como la medida universal, ya que indica el potencial de calentamiento atmosférico de cada uno de los gases de efecto invernadero.
Uso de software para el control y gestión de la huella de carbono
Como se puede observar, no se trata de un tema irrelevante y que puede posponerse en las organizaciones, o del cual cualquiera puede desprenderse o desentenderse y dejar a un lado su control y seguimiento.
De este modo, y al igual que en otros aspectos y factores relevantes hoy en día, disponer de una herramienta que permita controlar la huella de carbono de la organización y automatizar al máximo su gestión y cumplimiento es absolutamente prioritario.
Es decir, disponer de datos en tiempo real y facilitar el establecimiento de medidas en función de los resultados del cálculo de la huella de carbono.
El software ISOTools, favorece precisamente todo este proceso.
A través de la personalización de matrices dentro de la plataforma, podrá configurar el cálculo de la huella de carbono, de manera que nada más insertar los datos de emisión, en tiempo real, le indicará su cumplimiento.
Así, podrá tomar decisiones y establecer las medidas oportunas ajustadas a la realidad.
Software ISOTools
El Software ISOTools, permitirá a las organizaciones configurar su procedimiento para el cálculo de la huella de carbono, y establecer indicadores ambientales que nos informen de manera general sobre las emisiones de nuestra organización.
Definir nuevos objetivos y tomar medidas para la reducción de la huella de carbono, nunca ha sido más sencillo.
¿Te apuntas al cambio?
